OBJETIVOS. Realizar realizar figuras en papel doblándolo, sin cortes ni pegamento. Además de ser entretenido, tiene una serie de beneficios para los niños que van de la estimulación de la creatividad o la coordinación óculo-manual a la mejora de la comprensión matemática a través de la geometría.
Incentiva la imaginación, ya que el niño puede hacer sus propios diseños de origami para crear nuevas figuras. Se potencia la capacidad de visualizar e imaginar.
Desarrolla la destreza manual y la coordinación de las manos con los ojos. Para crear una figura perfecta hay que realizar los pliegues con cuidado y precisión. Por eso mismo, también mejora la atención.
Desarrolla la paciencia y la constancia. El niño aprende que es posible necesitar varios intentos antes de que la figura de origami salga bien. Conseguirá aprender de los errores, algo que le va a ser muy útil.
Mejora la memoria, puesto que ha de llevar la cuenta de qué pliegues ha hecho y cuáles son los que deberá hacer a continuación.
Desarrolla la concentración visual y mental, al estar centrado en conseguir la figura de origami.
Ayuda a comprender conceptos espaciales, como delante, detrás, arriba o abajo.
Refuerza la autoestima. cada acierto es un éxito que motiva al niño a seguir probando y aprendiendo.
Relaja a los niños, pues hace olvidar posibles situaciones de estrés o temores que pudieran tener en un momento dado.
MATERIALES. Papel de revistas o periódicos y papel craft. Material existente en el taller.
APLICACIÓN. Con fibra vegetal vamos a colgar las figuras de papel en un árbol, como recuerdo para los que realizan paseos por el parque y tienen curiosidad en ver y analizar como se hacen las figuras.